domingo, 10 de marzo de 2013

   Estaba en la cama, acostada, solo se oía su respirar, fluía con el aire, el sonido tan ligero, dormía, se veía tan inocente, pero sus labios mostraban picardía. Me acerque, abrace su cuerpo, y giro su cuerpo quedando frente al mio, y dirigió sus labios reposando sobre los mios. Sonreía al terminar el beso, y miraba fijamente sus ojos, su mirada penetraba mis ojos, y no había gota de intimidacion.
   Eran eternas las mañanas junto a su lado. Eran eternos los besos en la cama. Jugaba con su cuerpo, jugaba con el mio. Eramos niñas.
   Era mi sensacion en el mundo, volaba, era un cosmos infinito, era perfecta su compañía, sus abrazos eran nudos perfectos de los cuales no buscaba deshacer. Sentia la vida a su lado. Sentia lo bueno. Sentia energia. Sentia por ella.
Ella era la perfeccion, y no era un sueño. 
Era ella, conmigo.
Eramos, nosotras.

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