martes, 16 de diciembre de 2014

cuentito de lesbiana real.

   Hace no tanto tiempo, una familia real trajeron a su legado de herencia a una pequeña princesa. Ella creció en su familia, donde sus padres eran tan estrictos con sus viejas tradiciones, las cuales una de esas consideraciones era encontrar un príncipe para su hija. 
Trataron de resguardar a su pequeña en una torre de su castillo, pero considerándolo mejor, criaron a su hija lo mejor que pudieran... cerca de ellos. 
   Ella llego a su mayoría de edad, donde se haría una gran fiesta real para que pudiera conocer a su gran príncipe, un amor que seria eterno en el legado de los reyes. Pero la princesa esa noche no se sentía bien, seria por la gran presión que llevaba en si. Fue obligada por sus padres a bajar al salón principal del gran castillo. Donde todo los sirvientes esperaban su llegada para saludar... luego seria su gran entrada. Esa noche entre los sirvientes, diviso a una de ellas... una de sus empleadas. Una mujer que no pudo sacar de su cabeza esa noche.
 Paso el gran evento, donde estuvo perturbada por aquella muchacha, sin encontrar a su príncipe, ya que nadie fue de su interés. Al terminar ese día. Hablo con sus padres.
- Me he enamorado de una mujer, no buscare mas un príncipe para seguir con el legado de la familia.
- No puedes, tienen que seguir con las tradiciones. No defraudes nuestras costumbres. 
- No me interesan sus costumbres, viví bajo la presión de todos por todo este tiempo. 
- Si tomas esa decisión, debes saber que saldrás de la herencia que te corresponde.
- Ya lo se padre, pero no estoy interesada en ello, no me importa en lo absoluto.
    Al finalizar la conversación con sus padres, sin herencia, sin mas legado, decidió partir de su gran castillo real, solo con lo que llevaba puesto, sin rumbo fijo. Al caminar toda la noche, llego a una cabaña escondida en el bosque, estaba abandonada, pero le serviría. Acomodo un pequeño rincón para poder descansar, pero al acostarse en esa pequeña cama que había hecho, tocaron la puerta de madera de esa olvidada cabaña. Un poco asustada cubrió su cuerpo con sus mudas de ropa. Y abrió la puerta sin mas pensar. Era la sirvienta de la casa, sus ojos brillaban, pero su cuerpo temblaba, sus manos sudaban, y sin poder abrir la boca para expresar alguna palabra, dejo pasar a la mujer que la había dejado perpleja en aquel castillo. 
- Qu... qu... que haces aquí? - tartamudeo.
- Lo siento, vi que escapabas del castillo y decidí seguirte. 
- N... n.. no escape, solo... me fui. No puedo vivir mas allí.
- Pero por que? Disculpa mi atrevimiento. Es que note tu desconformidad en la fiesta toda la noche.
- Es.. es.. es que mis padres no aprueban mis decisiones. Y no puedo soportar mas vivir allí.
- Y... cual fue tu decisión esta noche?... si es que puedo saberlo, claro. 
    Sin mas que decir aquella princesa destronada de la familia, agarro suavemente el cuello de aquella mujer, mordió su labio lentamente y sin notas de miedos, beso lentamente aquella mujer. 
 


  Y NO PUEDO CONTAR LO DEMÁS
POR QUE NO FUE NADA SUAVE. BUE.

No hay comentarios:

Publicar un comentario