Cuando te veo el nudo que ata y entrelaza angustia en mi pecho desaparece, tanto como desaparecen mis miedos, y mis dolores, termino de destruirte hasta el instante que te vuelvo a dejar, apagas cada dolor en el alma cuando te miro a los ojos y se que estas, cada rosa me prende el alma, y mi mente pide a gritos que no te vayas mas. Mi alma nace renovada cada vez que te tiene, y te envuelve para sentir hasta tu aroma de mujer dudosa. Y tu voz canción de cuna para el dolor de mi corazón. Abrazo de firme hierro, no me sueltes que no duele.
No hay comentarios:
Publicar un comentario